Jesús. Granada

Tras unos meses de atonía cinematográfica, el celuloide criminal empieza a teñirse de negro. La presentación en Cannes de "Mystic River", dirigida por Clint Eastwood promete una buena dosis del más clásico, en el mejor sentido de la palabra, cine norteamericano. Fantasmas del pasado que llevan a unos amigos a enfrentarse con sus demonios más oscuros. La prensa especializada ha sido unánime al valorar la última película de Eastwood, cuya anterior "Deuda de sangre" pasó sin pena ni gloria por las pantallas, como la mejor de las proyectadas en la Sección Oficial. Cine negro del mejor.