miércoles, agosto 06, 2003

Raquel. Buenos Aires

Para el grupo Editorial Norma es un orgullo contar con Rubem Fonseca ganador del premio Juan Rulfo dentro de los autores de su fondo "El Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo, otorgado hoy a Rubem Fonseca, es el tercero que recibe este año este prolífico escritor brasileño, con 57 libros publicados a sus 78 años.

El galardón, uno de los más importantes de las letras españolas y dotado con 100 mil dólares, se suma al Luis de Camoes, con una suma igual y considerado el Nobel de la lengua portuguesa, que le fue otorgado el pasado 13 de mayo.

Ese mismo mes, durante la Bienal Internacional del Libro de Río de Janeiro, recibió uno de los premios Jabuti, concedidos por la Cámara Brasileña del Libro, en la categoría de cuentos y crónicas por su obra Pequeñas criaturas.

El galardón concedido hoy está instituido por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de México, la Universidad de Guadalajara, el estado de Jalisco y el Fondo de Cultura Económica, y se le entregará en noviembre, durante la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, una de las más importantes de Iberoamérica.

Estos premios concedidos a Fonseca han sido recibidos con satisfacción en los medios literarios como la merecida consagración de un hereje de la literatura.

Fiel a su negativa tradicional a conceder entrevistas o aparecer delante de las cámaras, hasta el extremo de ser considerado entre introvertido y huraño, Fonseca fue el único que se negó a comentar el otorgamiento del Luis
de Camoes. Incluso envió a su hija a recibirlo en Lisboa, donde se entregó durante la visita del presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, el mes pasado. El diario Jornal do Brasil comentó en aquella ocasión que este es "uno de los autores más respetados del Brasil" y agregó que el premio indicaba que "es considerado también por la comunidad internacional un autor de importancia capital". Dijo además que "es la consagración, por la comunidad de lengua portuguesa, de un escritor que está muy lejos de un lenguaje canónico y que fue uno de los que llevaron para el cuento y para la novela el habla y la temática de las calles y de la marginalidad".

El escritor Deonisio da Silva, autor de tres libros sobre Fonseca, considera irónico que un autor que estuvo prohibido por 13 años se haya tornado en un canon para la nueva generación justamente por escribir fuera del lenguaje tradicional.

El portugués Eduardo Prado Coelho, miembro del jurado y quien hizo la propuesta que finalmente triunfó, opinó que "la imagen de la literatura brasileña quedó mucho tiempo ligada a la narrativa regionalista, sobre todo al Nordesde y a Jorge Amado" y estimó que "eso limitaba el interés en Brasil".
"En los años 90 -prosiguió- el público de otros países de lengua portuguesa, sobre todo el joven, descubrió a Fonseca, el que reabrió las puertas para el Brasil".

Otra portuguesa que también integró el jurado, Isabel Pires de Lima, señaló que "una de las novedades de la literatura de él es haber captado puntos de vista alternativos. Su universo es poblado por personajes al margen y no en los centros".

El brasileño Marcial Aquino, consagrado por textos en que hay tanta marginalidad como en los de Fonseca, opinó que el principal papel de este fue "haber instaurado el cuento urbano en la literatura brasileña con una mirada policial".
Fonseca, además, es desde hace meses éxito de librerías con su última obra, O diario de um fescenino, un texto con mucha marginalidad, sexo, crímenes y suspenso."

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